Hace muy poco fueron las PASO en Santa Fe, y a pesar de que
el gobierno reconoció que faltó un 10% de las mesas, luego de que el FPS, el
FIT y el PJ denunciaran un fraude y mostraran que a muchas boletas las habían
tiraron a la basura (cosa que no se puede, pero ese es otro tema) no se puede
negar que el PRO tuvo una muy buena campaña.
Con el 32,2% aproximadamente de los votos de gran parte de
las mesas escrutadas el PRO ganó las PASO y acá entra algo para analizar. En un
país cualquiera, para ser Gobernador es necesaria una experiencia previa muy
grande para que el pueblo diga “Él está capacitado”. Del Sel, solo fue diputado
y listo, (sin contar que renunció antes de empezar las sesiones en la Cámara de
Diputados) no cuenta con ninguna otra experiencia, ni siquiera con militancia.
Eso me llevó a reflexionar sobre los gobernantes de Argentina, desde la vuelta
a la Democracia a la actualidad.
El primer hecho ocurrió con Menem, un presidente que
privatizó todo y traicionó a su propia doctrina y que en el 2003 nuevamente casi gana. Otros ejemplos son Cavallo y De la Rua, después de todo lo sucedido no tengan el mínimo
respeto por los muertos que el Corralito dejo y continuen libres.
Pero lo más significativo siguen siendo dos puntos: el
primero, que Menem sea senador después de todo lo que le hizo a la Industria y
al País, todo lo que Perón consiguió en los 40 con sus estatizaciones el riojano
tiró por la borda en un abrir y cerrar de ojos.
Lo segundo, que me llamo la atención, es que este ex presidente aún planea postularse
a gobernador de La Rioja con el aval del Kirchnerismo.
Me quedo con una frase de Enrique Pinti sobre esto: "Somos un pueblo con suerte, hay paises que por la
mitad de las cagadas que nosotros nos mandamos desaparecieron del mapa,
Yugoslavia por ejemplo. Pasa que Dios no sabe si lo que hacemos lo hacemos de
pelotudos o de hijos de puta."
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